¿Cómo dar cobijo a una persona?

¿Puede un encuentro de contacto brindarnos corregulación, calma y bienestar?

Compartir un espacio-tiempo de escucha mutua, contención física y cuidado cálido con otrx.


¿Podemos volver a algo primal del contacto humano? Piel con piel. Presencia con presencia.
INSTRUCTIVO PARA UN POSIBLE COBIJO:

1. La persona que va a recibir el cobijo: Acostarse, ponerse cómoda.
La persona que va a dar cobijo: Estar cerca de la otra con una manta.

2. Arropar el cuerpo, con dedicación y delicadeza, como si fuera bebé o niñe.
3. Tomar la manta por los bordes y cubrir todos los rincones del cuerpo cobijado.

4. Poner el propio cuerpo como superficie de contacto para envolver y abrazar.

5. Hacer de mi cuerpo una casa para el otre. Ofrecer refugio y contención.

6. Permanecer el tiempo que se desee en este vínculo.

(En cualquier momento la persona cobijada puede pedir lo que necesita que le hagan o finalizar la experiencia.)
Te invitamos a realizar un recorrido compositivo por los audios y videos de archivo de quienes ya han participado de esta práctica. En este recorrido libre y aleatorio podés crear un paisaje sonoro y visual a tu gusto, según la cantidad de audios y videos que actives.

EN CONSTRUCCIÓN
“Me sentí un bebé gigante. Es muy movilizante el sentir el contacto de alguien no tan cercano. Sentí que se me abría la garganta. Y el latir del corazón con el corazón. No puedo mandar audio porque estoy movilizada y se me quebraría la voz.” ✓✓

“¿Por qué dejamos de cuidarnos como a los bebés? ¿Es mucho trabajo? ¿Lleva mucho tiempo?
Retomar aquello para defender un tiempo suspendido es una práctica antiproductivista “✓✓

“Dar calor, poner todo mí cuerpo a disposición del otrx, abrazarlo dándole mi apoyo
Confianza desconocida, oruga de calor.”
“La sensibilidad sensible, visible de mi” ✓✓

“Cuánto nos endurece la vida.” ✓✓

“Pensando en esas sensaciones colectivas de cuidar y sentirse cuidado… y de que es tan fácil vivir en un mundo donde colectivamente nos cobijamos.” ✓✓